Kim Jong Un, el joven dictador que domina Corea del Norte, ha llevado a cabo su primera ejecución masiva y pública de supuestos “disidentes”. Según ha informado el diario surcoreano JoongAng Ilbo , 80 personas habrían perdido la vida a manos del Estado en 7 ciudades.
Se les acusaba de “crímenes” tan diversos como haber visto programas de televisión extranjeros, distribuir pornografía o estar en posesión de una Biblia; todos considerados materiales subversivos para la dictadura comunista.
El diario, que ha dado a conocer la información en su portada, se basa en una fuente interna de confianza que estuvo en el país en el momento de los hechos y afirma que sucedieron el fin de semana del 2 y el 3 de noviembre. Otros rumores que llegan desde el cerrado sistema norcoreano confirmarían estas informaciones.
Kim Jong Un habría ordenado llevar a cabo su primera ejecución pública masiva como severo aviso a toda la población. Esta era una práctica habitual de su padre Kim Jong Il, de quien tomó el control del régimen cuando murió.
EJECUCIONES: SHOW DE TERROR PARA LOS CIUDADANOS
Wonsan es una de las 7 ciudades en las que se habría organizado esta demostración de terror. Allí se obligó a 10.000 personas (entre ellos niños) a reunirse en el estadio deportivo local para ver cómo eran acribillados con armas de fuego un total de 8 acusados. Se les ató a postes con la cabeza tapada con bolsas blancas. Los espectadores “vieron aterrorizadas como los cuerpos eran ametrallados hasta el punto de que pasaron a ser difícilmente reconocibles”, explica la fuente.
Los supuestos cómplices de los ejecutados y sus familiares fueron enviados a campos de trabajo forzado.
Wonsan es una ciudad portuaria que el dirigente Kim Jong Un está planificando convertir en un destino turístico, con hoteles, un aeropuerto y una estación de esquí. El objetivo de la ejecución pública habría sido frenar las muestras de descontento de parte de la población y evitar cualquier tentación de los ciudadanos de unirse al celo capitalista que podría acompañar la llegada de estos proyectos turísticos.
EJECUCIÓN POR ACTIVISMO RELIGIOSO
El gobierno considera que es un acto de traición ver películas o programas producidos en el extranjero, especialmente en Corea del Sur. También se castiga severamente la corrupción de la moral pública, como las conductas sexuales que se consideran desordenadas.
En este sentido, la ley castiga con la muerte los intentos de conspirar contra el poder y el terrorismo. Pero el régimen se ha ganado la fama de ejecutar también a sus ciudadanos por crímenes menores como el activismo religioso.
Ninguna de estas 7 ejecuciones públicas se han dado en grandes ciudades, donde Kim Jong Un quiere mantener un clima de tranquilidad agradable a las élites del país, que viven en sus propios complejos residenciales con un nivel de vida mucho superior al resto de la población.
Se les acusaba de “crímenes” tan diversos como haber visto programas de televisión extranjeros, distribuir pornografía o estar en posesión de una Biblia; todos considerados materiales subversivos para la dictadura comunista.
El diario, que ha dado a conocer la información en su portada, se basa en una fuente interna de confianza que estuvo en el país en el momento de los hechos y afirma que sucedieron el fin de semana del 2 y el 3 de noviembre. Otros rumores que llegan desde el cerrado sistema norcoreano confirmarían estas informaciones.
Kim Jong Un habría ordenado llevar a cabo su primera ejecución pública masiva como severo aviso a toda la población. Esta era una práctica habitual de su padre Kim Jong Il, de quien tomó el control del régimen cuando murió.
EJECUCIONES: SHOW DE TERROR PARA LOS CIUDADANOS
Wonsan es una de las 7 ciudades en las que se habría organizado esta demostración de terror. Allí se obligó a 10.000 personas (entre ellos niños) a reunirse en el estadio deportivo local para ver cómo eran acribillados con armas de fuego un total de 8 acusados. Se les ató a postes con la cabeza tapada con bolsas blancas. Los espectadores “vieron aterrorizadas como los cuerpos eran ametrallados hasta el punto de que pasaron a ser difícilmente reconocibles”, explica la fuente.
Los supuestos cómplices de los ejecutados y sus familiares fueron enviados a campos de trabajo forzado.
Wonsan es una ciudad portuaria que el dirigente Kim Jong Un está planificando convertir en un destino turístico, con hoteles, un aeropuerto y una estación de esquí. El objetivo de la ejecución pública habría sido frenar las muestras de descontento de parte de la población y evitar cualquier tentación de los ciudadanos de unirse al celo capitalista que podría acompañar la llegada de estos proyectos turísticos.
EJECUCIÓN POR ACTIVISMO RELIGIOSO
El gobierno considera que es un acto de traición ver películas o programas producidos en el extranjero, especialmente en Corea del Sur. También se castiga severamente la corrupción de la moral pública, como las conductas sexuales que se consideran desordenadas.
En este sentido, la ley castiga con la muerte los intentos de conspirar contra el poder y el terrorismo. Pero el régimen se ha ganado la fama de ejecutar también a sus ciudadanos por crímenes menores como el activismo religioso.
Ninguna de estas 7 ejecuciones públicas se han dado en grandes ciudades, donde Kim Jong Un quiere mantener un clima de tranquilidad agradable a las élites del país, que viven en sus propios complejos residenciales con un nivel de vida mucho superior al resto de la población.
Comentarios