Un hombre de aproximadamente 65 años de edad, ingresó a la iglesia de San Hipólito, cerca del metro Hidalgo, conocida por la veneración a San Judas Tadeo. Caminó hacia la capilla de los Santos Mexicanos y se sentó en la última banca.
Faltaban 15 minutos para que iniciara la misa del medio día. Pidió perdón a Dios y sacó una pistola calibre 380 especial con la cual se disparó en la cabeza, narraron los testigos
Ninguna de las personas que estaban fuera del templo ubicado en Zarco y Puente de Alvarado, en la colonia Guerrero (de la delegación Cuauhtémoc), escuchó el disparo. “Sólo vimos correr a la gente, asustada, impresionada y algunos hasta lloraron”, dijo un vendedor de imágenes religiosas.
Quienes no salieron por su cuenta fueron desalojados por la seguridad del recinto.
Los capellanes corrieron a la entrada para cerrar la puerta de la iglesia y colocaron cartulinas donde avisaban que “la visita a San judas Tadeo es en el atrio”.
“Rápido sacaron al Santísimo y lo colocaron en un altar improvisado a un costado de la iglesia; acomodaron las sillas y el padre inició la misa. Se disculparon por sacar a la gente, sin dar detalles, sólo dijeron que las misas de hoy serían afuera”, comentó una mujer que desde las 10 de la mañana permaneció frente al atrio recabando firmas de oposición a la reforma energética.
Sólo se ofició la misa del medio día y la de la una de la tarde, “después de eso se retiraron”, dijo.
Según testigos, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) tardaron alrededor de quince minutos en arribar al lugar.
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Faltaban 15 minutos para que iniciara la misa del medio día. Pidió perdón a Dios y sacó una pistola calibre 380 especial con la cual se disparó en la cabeza, narraron los testigos
Ninguna de las personas que estaban fuera del templo ubicado en Zarco y Puente de Alvarado, en la colonia Guerrero (de la delegación Cuauhtémoc), escuchó el disparo. “Sólo vimos correr a la gente, asustada, impresionada y algunos hasta lloraron”, dijo un vendedor de imágenes religiosas.
Quienes no salieron por su cuenta fueron desalojados por la seguridad del recinto.
Los capellanes corrieron a la entrada para cerrar la puerta de la iglesia y colocaron cartulinas donde avisaban que “la visita a San judas Tadeo es en el atrio”.
“Rápido sacaron al Santísimo y lo colocaron en un altar improvisado a un costado de la iglesia; acomodaron las sillas y el padre inició la misa. Se disculparon por sacar a la gente, sin dar detalles, sólo dijeron que las misas de hoy serían afuera”, comentó una mujer que desde las 10 de la mañana permaneció frente al atrio recabando firmas de oposición a la reforma energética.
Sólo se ofició la misa del medio día y la de la una de la tarde, “después de eso se retiraron”, dijo.
Según testigos, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) tardaron alrededor de quince minutos en arribar al lugar.
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